Continuamos con los restantes modelos del Octagrama épico creado para la obra coral de aventuras deportivas Adrenalina 360. A continuación hablaremos de los cuatro tipos restantes, incluyendo a la Heroina Reinvindicadora.
Los superhéroes de MARVEL, la gran productora de Comics norteamericanos, ha generado un modelo heroico en sí misma, sus tipos tiene por la general un gran don y una gran tara (recordemos la kriptonita), quieren esconder su talante heroico en un tipo formal, anodino, que no acepta protagonismo, pero ante circunstancias extremas, no puede evitarlo…se le sale el Superhéroe. Aunque los superhéroes son tan diversos como el evento anómalo que los hizo de tal manera, siempre tienen ese talón de Aquiles, ese punto flaco que busca a toda costa el villano para golpear…
No todos estos héroes solitarios están felices de salvar el mundo como Superman. Algunos, como Wolverine, o Indiana Jones, son capaces de hacer acciones altruistas para después preguntarse en qué rayos estaba pensando cuando lo hicieron. Es a este último tipo de héroes Marvel del que tomamos las pautas para Héctor Camilo (HC)…con su tara incluida (fobia a los hospitales y a situaciones de dolor y pérdida), como buen héroe con superpoderes.
A este héroe, siempre autosuficiente, y que prefiere actuar sin contar con nadie, le cuesta mucho vivir con los demás, integrarse socialmente y actuar sin máscaras (todos los superhéroes sufren su poquito de neurosis, ¿no les parece?) y como complemento le toca lidiar en la serie con otro modelo heroico complementario: el héroe escudero o de apoyatura, también podríamos decir modelo Sam Sagaz (El señor de los anillos).
La función del héroe escudero, disfrazado de coleguilla, es sostener al héroe central, en ocasiones hacer por él el trabajo, y regresar feliz a la segunda fila. Le falta autonomía y confianza en sus amplísimas posibilidades, prefiere formar parte del colectivo y supeditarse a las decisiones de este antes tener que tomar decisiones propias, más cuando la misión central se pone en peligro o algún colega caen en desgracia el héroe de apoyatura demuestra porque no es un "simple asistente”. Sam, el hobbit, es el ejemplo más eficaz de este modelo, pero lo es también el entrañable Sancho Panza, o Mike Waczowski (Monster Inc.). Este tipo es el que sostiene al personaje de Henry.
Los últimos dos tipos heroicos podemos agruparlo bajo el rótulo de "limitados”. Limitados por las circunstancias ajenas a su voluntad, más no porque no superen los límites a fuerza de la voluntad misma.
El próximo en la lista es el clásico chico con gafas, o con alguna discapacidad visible, del que se burla todo el colegio, no tiene amigos y le gusta la chica más popular de la escuela quien se burla del él junto al resto del colegio. Todas las habilidades ocultas del héroe Nerd se hacen públicas en algún momento, a partir del cual gana amigos, se alza con el primer premio de la clase y la chica popular le guiña un ojo. ¿Les recuerda alguna película? Montones. Es el héroe Nerd o Pequeño Tate. También lo es el porquerizo Taran, (Taran y el Caldero Mágico), y Christy Brown (Mi pie izquierdo).
En Adrenalina 360, Arturo presenta un trastorno generalizado del desarrollo del espectro autista (TEA), conocido como Síndrome de Asperger, que lo afecta en sus relaciones sociales y es rechazado como todo héroe Nerd. Mas, estos héroes consiguen a golpe de voluntad e ingenio, un lugar en el retablo de la épica de la humanidad.
Y lo hace también la heroína reivindicadora. Como lo indica su nombre, ella lucha por un espacio en terreno tradicionalmente masculino y que se le niega por su condición de mujer, rechazada por ello tiene que cumplir el doble de las exigencias del otro sexo para que la tomen en cuenta. Capaz de hacer todo lo que hacen los hombres y superarlo inclusive, sin perder su naturaleza femenina, termina por virar de cabeza el status quo y sentar el precedente. La literatura y el cine tienen muchas heroínas reivindicadoras: Josephine March (Mujercitas), Ellie Arroway (Contact), Maggie Fitzgerald (La Chica del Millón) y MuLan (MuLan). Y por supuesto, en Adrenalina 360 es Carolina, una chica que sienta pautas en la práctica del skateboarding desde su feminidad y talento.
Este octagrama no agota la variedad de héroes y heroinas que nos ha legado la literatura y la dramaturgia; ni siquiera utiliza la única forma de clasificación posible. Solo ha sido una vía de enfrentar la construcción de personajes aprovechando el arquetipo, pero combinando esterotipos para conseguir una diversidad imprescindible. La épica de una aventura no se sustenta solo sobre las escenas de movimientos trepidantes, o sobre sofisticados escenarios. Es necesario que sus personajes encarnen en sus diálogos y acciones el poder transformador y la capacidad de mejorar la realidad y a sí mismo, que caracteriza en buena medida el concepto de lo heroico.
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FIN del artículo
Terminado en La Habana, 27 de enero de 2012. Publicado originalmente en algoquedeclarar.ucoz.es por Anabel Enríquez.
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